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viernes, 8 de julio de 2011

LOS AMANTES





 En la inmensidad de la noche en el momento en que caen las estrellas,

se dibuja una silueta.Corre presurosa entre las sombras no quiere que nadie la vea.
Va al encuentro de su amado que espera ansioso poder cogerla en sus brazos.
 Es un amor prohibido, él está casado.
Dicen que su vieja esposa lo tiene enjaulado
 en una prisión de oro macizo con rubies engastados.Sé casó con ella por una deuda familiar.Su madre no queria,su padre maldecia y la vieja orgullosa más se engrandecia.
El joven muchacho enamorado no podia creer su mala suerte
 y su joven amada corria a verle todas las noches.
Se vestia de negro y aprovechaba las sombras para esconderse
 entre ellas.Ligera como una pluma,bella como la luna,
 no le temia ni a la  noche ni a los malechores.
Esa noche como otras tantas fué al encuentro de su joven amado
 sin darse cuenta de que algo dejaba olvidado.
 Corrió y corrió....Sin desfallecer.
Llegó a su encuentro se besaron como si esa noche fuese la última. Pasión desmedida, abrazos, susurros, un beso tras otro.
La noche tenia algo raro como si ella misma quisiera avisarlos...
 De pronto la joven recordó...
-Mi amado creo que corremos peligro...- dijo ella con voz temblorosa.
-¿Qué ocurre mi bella? ¿De qué peligro me hablas?-respondió intentando consolar a su amada.
-Dejé tu mensaje en mi tocador,no lo guardé,ni tampoco lo quemé...
 Ella comenzó a llorar,no habia consuelo para aquella alma que rompia el silencio de la noche con su llanto y desconsuelo.
-Ven aquí amada mia -dijo el con voz dulce y tranquilizadora.
-Si he de morir esta noche que tus labios y tu corazón sean los testigos de mi amor.Que no le temo a mi esposa,ni tampoco a la muerte.
 Quiero llevarme tus besos,tu calor,la dulzura de tu alma...
-Calla mi amor no sigas hablando,pues si tu mueres contigo me voy yo...
Se escucharon unos pasos ligeros, iban en su dirección cada vez más proximos.El corazón de la dama latia como si quisiera escapar de su pecho.Como caballos trotando el pulso del joven se aceleró.
- Este es el fin mi amado, hasta aquí llega nuestro amor.
Él la abrazó con fuerza, lágrimas por su rostro caían sin cesar.
 La vieja los andaba buscando como loca por las calles; no pararía hasta vengar su traición.
 -Me han traicionado. Mi esposo todo lo dí por él y su maldita familia
y ella.  Tan joven,bella,dulce. A ella le dí mis años de juventud,  la crié como si fuese mi hija. Y así me lo pagan..
Mi esposo mi hermana - gritaba con rabia.
- No descansaré hasta verlos colgados lo juro por mi Diós.
 Los jóvenes amantes temblaban, el miedo los invadia.
Se miraban, se besaban. Era su última noche ya no gozarian de su amor.
 La vieja seguia buscando. Ya cansada y sedienta, pero no renunciaba
a su venganza. Pagarían el daño causado aunque ella misma muriese en el empeño.
No eran calles muy seguras, ladrones, piratas, saqueadores, pero no le importaba. La ira la cegaba, a sus oidos ensordecia, sólo la cólera era su guia.
Pocas calles antes de llegar al encuentro de los amantes,
 unas hojas brillaban,unas risas maliciosas y unos ojos chispeantes
 la sacaron de su locura. Unos maleantes se dieron cuenta de sus joyas
 y sin mediar palabra sobre la vieja se lanzaron.
Quiso resitir el ataque, gritaba y golpeaba a sus asaltantes.
Pobre infeliz... pereció en su lucha. Una hoja brillante
le arrebató la vida al instante.
 Los jóvenes esperaron horas y horas,pero los pasos de su verduga ya no volvieron
a escuchar.
La noche quedó entonces muda y una estrella cayó.
 Entonces pensaron que quizá se equivocaron
que nadie les seguia,que nadie descubrió su traición.
Se besaron de nuevo,se abrazaron y se separaron.
 Llegó él  primero al hogar, después entró ella. Cada uno a su alcoba, no se volvieron a mirar.
A la mañana siguiente la muchacha avergonzada
 llamó a la puerta de su hermana y nadie respondia.
 Fué al salón, a la cocina, pero nadie sabia de la vieja enfurecida.
El joven haciendo ver que estaba angustiado al cuartel se dirigia
 cuando un capitan con semblante duro y tosco a su puerta golpeó.
Le dieron la noticia de la muerte de su esposa. No le dieron muchos detalles. Pues nadie sabia que hacia a esas horas en las calles de madrugada y sola.
Y así fué como los jóvenes amantes al fin vivieron su romance.
 Sin peligro y sin noches robadas.
Aquí acaba la historia de dos almas enamoradas
 y una envenenada....
Núria de la Torre, 11 de mayo de 2011

1 comentario:

  1. Excelente para ser el primero. Imagino que si este es el nivel, los que vienen después deben de ser increibles. Leeré alguno más. Encantada de haber entrado.

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