Hoy no necesito nada, nada de ti,
Creí una vez en el espejismo
Que me brindaba tu sombra,
En la dulzura de tu mirada,
En el perfecto tono de tu voz.
Una vez creí que la vida me daba la oportunidad
De ser feliz junto a ti,
Pero me equivoqué.
No existe el oasis perfecto,
El amor eterno nunca me llegó,
Mis horas yacen muertas,
Mis ojos miran fríos.
Hoy ya no quiero nada de ti,
Para qué si sé que me vas a engañar.
Una vez más llorarás
Y después te marcharás.
Tu corazón no tiene dueño
En cambio mi dolor
Lleva tu nombre grabado a fuego.
Mujer que me hiciste creer,
Falacias en tu boca,
Quimeras en mi pecho…
Mujer sin puerto,
Mujer sin amor…
¿Qué será de ti ahora
Me marcho yo?
Mujer, mujer,
Mujer que sigues en mi piel,
Ya no te veré,
Ya no hay amanecer,
No quedan estrellas,
No quedan noches
En las que tu
Me envenenes
Con tu hiel.
Mujer, mujer,
Mujer sin alma,
Mujer helada.
Núria De La Torre 2011-10-26
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ResponderEliminarAntonio dijo...
Núria solo el dolor de un inmenso amor fracasado o una gran mentira se puede escribir de la manera que has escrito. Mi hombro fraterno para llorar contigo
Te quiero Hermana
Antonio
El fracaso, el amor, los sentimientos no correspondidos, nunca valorados en la exacta dimensión de cuanto uno entrega.
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