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jueves, 11 de agosto de 2011

DULCE DESPERTAR


Ella se dormía en sus ojos
y el esperaba paciente su sueño.
Construyeron un palacio de cristal
entre fantasías y melodías.
Forjaron un amor más allá del mundo real.
Ella lo sentía tan cerca a pesar de la distancia,
que incluso alguna vez tuvo un viaje astral.
En ese viaje posó su mano sobre su mejilla,
era tan real, tan suave la piel de su amado
y aquellos ojos color avellana, que se clavaron en lo más profundo de su alma.
Él la miraba en sueños, le dedicaba sus mejores sonrisas y sus más tiernas caricias.
Era un amor tan bello, nada podía separarlos.
Besos, pasión, sueños, todo era posible en aquellos corazones llenos de un amor tan grande, que hasta las estrellas los celaban, la luna no podía conciliar el sueño…
Ella quería llegar a rozar aquella piel morena aunque solo fuese una vez, no había mayor anhelo en su vida.
Él se moría por leerle todos aquellos versos que para ella había grabado en su alma.
Una mañana al despertar sin sabor como ni cuando despertaron el uno al lado del otro
en un lecho blanco como la nieve, cubierto por pétalos de rosas rojas.
Los dos amantes no lo podían creer, por fin su amor se hacía palpable, ya sus besos no eran puras palabras ni fantasías, todo era real. Sus cuerpos ya notaban el calor del otro. Eros, Afrodita y Morfeo hicieron de sus sueños una realidad, a cambio solo les pidieron que cada uno de sus despertares fuese tan dulce y bello como el que habían soñado hasta ahora.
Y así fue cada mañana fue un dulce y bello despertar.


Núria De La Torre  2011-08-11

1 comentario:

  1. Muy bello ,lleno de una sensibilidad y un sueño de amor hecho realidad ,la magia para amar , hermoso y con un final feliz, saludos

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